2 años 19 septiembre

19s: A dos años del sismo, ¿qué hemos aprendido y transformado para sentirnos más seguros en la Ciudad?

  • A dos años de que la ciudad se cimbró, las familias afectadas no han regresado a casa.
  • Pese al cambio de gobierno, el ecosistema de impunidad y falta de justicia continúa.
  • Las instituciones dedicadas a la prevención del riesgo y la protección civil no cuentan aún con participación ciudadana ni coordinación inter-sectorial. Tampoco hay voluntad por incluir estos principios en la próxima Ley de planeación de la Ciudad de México.
  • Los fondos para la reconstrucción representan solamente una quinta parte del verdadero problema.

Ciudad de México a 19 se septiembre de 2019.- A dos años del sismo, seguimos sin un andamiaje institucional que promueva políticas públicas y acciones de prevención, gestión de riesgo y reconstrucción, con una clara coordinación entre autoridades y sociedad civil. 

En primer lugar, prevalece un ecosistema de impunidad: De las cerca de 100 carpetas de investigación abiertas, sólo un caso mediático (el colegio Rébsamen) ha llegado a judicializarse, es decir, a que un juez lo tenga en sus manos. Sobre el resto, el Ministerio Público no ha investigado, aportado pruebas o presentado peritajes de calidad (aquí se puede leer más). 

Las causas de esta impunidad son múltiples: Las responsabilidades confusas de las autoridades y los particulares en la construcción y en protección civil, la falta de conocimiento en la materia por parte de los ministerios públicos, los documentos apócrifos, la manipulación de información durante las investigaciones, la falta de peritos que declaren los escasos expedientes previos con suficiente documentación de los vecinos (no presentaron denuncias oficiales, no tenían escrituras,  etc) y la falta de confianza en las autoridades para denunciar y llevar un largo juicio. Muchos consideran que aun en caso de demandar, no serían beneficiados por la reconstrucción. La justicia como prevención y aprendizajes para los próximos sismos y emergencias no ha llegado a dos años. 

¿Y si existiera una Fiscalía Anticorrupción que hiciera mejor el trabajo de investigar, presentar denuncias, buscar peritajes profesionales? Ha sido una pregunta que nos hemos hecho en este último año. Con esta hipótesis, decidimos monitorear su proceso de nombramiento y diseño institucional. En las próximas semanas, el Congreso nombrará al Consejo Judicial Ciudadano, un grupo de personas quien estará a cargo del nombramiento de la Fiscalía General, de AntiCorrupción y Electoral. En nuestras redes sociales, les contaremos cómo sucede esto.

Fotografía: @ciudadania19s

En segundo lugar, seguimos sin espacios de participación y comunicación entre sociedad civil, sector privado, academia y autoridades en acciones de prevención y atención de emergencias.

En estos dos años, participamos en redes donde documentamos la experiencia y los retos de coordinación entre distintos sectores en la gestión de riesgos. En red Reaxión, nos reunimos varios actores para sistematizar distintas lecciones y recomendaciones aprendidas en varios estados donde se sufrieron los sismos y se está reconstruyendo. También convocamos un taller de los participantes de Verificado19s donde hicimos una línea del tiempo, principios y algunas guías para el futuro. Recientemente, apoyamos a Bicitekas y Acopio en bici quienes publicaron el Manual de Voluntario en Bicicleta durante el sismo

Por su parte, la nueva Ley de Gestión de Riesgo y Protección Civil crea dentro los Consejos de la Ciudad de México y de las alcaldías espacios de coordinación y preparación. En el caso del consejo de la Ciudad de México, incluye 8 lugares para sociedad civil y 2 para el sector privado y en caso de las alcaldías, 4 lugares para sociedad civil y 1 para el sector privado. Sin embargo, hemos atestiguado la instalación de estos Consejos sin convocatoria ni representación social.

Bajo esta visión, la participación en los planes de emergencia se restringe a tareas poco sustanciales como “difundir la información oficial” o “avisar sobre daños”, al lado de las Unidades de Protección Civil de las alcaldías, y “coordinada” bajo indicaciones de las autoridades. En contraste, en el Centro Nacional de Prevención de Desastres existe mayor interés por trabajar con las organizaciones de la sociedad civil, pero falta aún definir mecanismos institucionales claros de registro, convocatorias y coordinación.

Hemos aprendido que en la medida en que se trabaje en el conocimiento, la identificación, la prevención y la mitigación de los riesgos de manera coordinada, se reduce nuestra vulnerabilidad. Aquí puedes consultar el Fascículo de Gestión de Riesgos del nuevo Manual de Reconstrucción Digna de CIUDADania19s. Como ahí se lee, todos tenemos mucho que aportar en sentirnos seguros en la ciudad y nadie puede hacerlo solo, pero si construimos los acuerdos previos y nos preparamos con coordinación, será más fácil el trabajo conjunto. 


Fotografía: @ciudadania19s

En tercer lugar, consideramos un gran avance la publicación del Atlas de Riesgo en formato de datos abiertos (para descargar) por la Secretaría de Gestión de Riesgo y Protección Civil. Aquí un mini-tutorial de cómo consultar el Atlas y los riesgos a los que expuestos tu casa, escuela o trabajo.

Debemos continuar exigiendo la publicación de los Atlas de Riesgo de alcaldías y aún más importante que se publique la capa de edificios dañados por los sismos, los dictámenes técnicos y los estudios de las zonas afectadas donde ya no es seguro reconstruir. 

Actualmente, participamos como Subcomisionados de transparencia de la Reconstrucción en carácter honorífico. Nuestras tareas consisten en revisar procesos e información de los avances y hacer recomendaciones para mejorar la transparencia y rendición de cuentas dentro del  Portal de reconstrucción. El Instituto de Transparencia de la Ciudad nos invitó a exponer el trabajo que hemos hecho por la transparencia proactiva de la reconstrucción. Recientemente, la Comisión de Transparencia y el Instituto firmaron un acuerdo para fortalecer esta transparencia, en lo cual seguiremos participando. 

Hemos aprendido que la reconstrucción ha tomado mucho tiempo porque no existen mecanismos institucionales para revisión expedita de inmuebles y dictámenes, junto con una normatividad complejísima para construir, que no se adecúa a las condiciones y urgencia de una reconstrucción. La nueva administración —que inicia un año después del 19s— tuvo que hacer un nuevo censo, incluyendo levantamientos geotécnicos.

Una Ley, un programa y un sinnúmero de trámites y procedimientos se han tenido que crear en la marcha. Sigue habiendo poca información entre los múltiples actores que intervienen: Damnificados, ingenieros, constructoras, supervisoras, auditores, notarios, abogados. Los retos de la coordinación entre dependencias de Gobierno, en particular el Instituto de Seguridad de las Construcciones, la Procuraduría Social y el personal de la Comisión de Reconstrucción continúan. Aquí puedes consultar el Fascículo de Reconstrucción del nuevo Manual de CIUDADania19s. Aspiramos a que los procesos de reconstrucción, financiamiento claro, normatividad y trámites accesibles permanezcan con instituciones fuertes, sin reinventar todo en cada emergencia.

Finalmente, en los próximos meses se creará la Ley y el Instituto de Planeación de la Ciudad; en los siguientes años, un Plan General y un Programa de Ordenamiento Territorial que modificará las alturas, densidades y construcciones. Es fundamental que la planeación parta desde una lógica de prevenir desastres y el Atlas de Riesgo como su  insumo inicial. 

La planeación de la Ciudad será la oportunidad para aplicar los aprendizajes que a dos años del sismo surgieron. Insistir en que se incorpore una visión de gestión del riesgo, los procesos participativos, los acuerdos amplios entre distintos actores, un buen manejo de nuestros recursos naturales más valiosos y limitados como el agua, el suelo y el aire limpio.


Fotografía: @ciudadania19s